Querido tú
La distancia de ocho días y la lejanía existencial que tuvimos me hizo extrañarte y recapacitar en mil cosas.
Entendí que tengo un compromiso contigo mucho mayor del que yo mismo creía. Que no se trata de salir corriendo con cada ataque ni que nos podemos dejar. Que me tengo que quedar. En nuestro rincón. Contigo. Con nuestros planes. Con nuestro futuro. Con lo que hemos construido. Con nuestros errores y con nuestros aciertos. Con nuestros juegos, nuestros desayunos con jugo de mandarina y nuestra camaradería. Con nuestras anclas, nuestras manillas de Mr Christobal y nuestros emprendimientos diarios.
Me tengo que quedar, como una decisión de vida, de convicción y de amor que tomé.
No porque sea una obligación, ni porque fue lo que tocó. Sino porque te escogí a ti como la persona con la que me quiero levantar en las mañanas con un beso y un arrunche. Porque decidí que son tus ojos lo último que quiero ver antes de dormir. Porque me nace del alma mimarte y decirte cosas lindas y cuidarte. Porque me divierto y el mundo pesa menos a tu lado. Porque tengo sueños junto a ti y proyectos que construir. Porque me gusta tu torpe forma de querer. Porque admiro tu nobleza y me conmueve tu formar de negar tus miedos y tus culpas.
Por eso y por mil cosas, he asumido con entrega y sinceridad que soy tu hombre.
Que con tu ayuda y apoyo debo dejar mis inseguridades de mierda porque tú también me escogiste a mí para entregarme cosas que no son fáciles de entregar. Porque me viste a mí como ese hombre por el que has hecho ajustes importantes en tu vida y con el que quieres recorrer un camino inexplorado. Ese hombre que te da ganas de abrazar y contarle tu día. Al que le preparas desayuno cada mañana y ves como tu príncipe. Al que dejas que se coma tus chocoramos y te quite las monedas para su alcancía.
Por eso, asumí respetarte y honrar esto que estamos contruyendo quedándome. Decidí quedarme y entender tu tierna e inexperta forma de quererme.
Por eso, entendí que hay batallas que no voy a dar pues al fin de cuentas voy a pasar la noche junto a ti. Porque decidí en mi corazón, quedarme contigo y sólo contigo y entregarte mis cosas lindas y dejarte ver las mamonas y que las soportes. Porque tomé la decisión de regalarte fidelidad y la ternura que brota con afán de mí.
Con esto dejo parte de mi corazón en esta página. Para decirte que me quedo. Por convicción. Porque me nace. Porque quiero. Porque sí. Porque el orgullo y la rabia cada vez nos dure menos y las risas y abrazos más. Que sea una decisión de vida, amor y tolerancia por parte y parte.
Es que, yo me voy a quedar. Así que asumámoslo con amor gigante y como decisión de vida, seamos felices...
...Para siempre
Con todo el amor, el respeto y la ilusión que te tengo.
Yo.
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