Llegó ella
He tenido toda clase de visitas y a pesar que cada visita es una responsabilidad y odio las responsabilidades, amo las visitas. Me hacen feliz. Me transportan a algún momento de mi vida y se adueñan completamente de mi presente. Me abrazan y con eso me sacan de la rutina que no tengo, mientras les muestro lo maravillosa que es nuestra ciudad, una vez más. Ella vino y con ella llegó más alegría a mi vida, al punto que pude oír las carcajadas de mi corazón. Como la veo cada tanto, pero la quiero cada día, aproveché para abrazarla por los días que no la he visto y por los que no la voy a ver. Cada instante quise demostrarle que sentía felicidad pura y dura de tenerla y quería eternizar los días para no separármele y no dejar de tenerla frente a mí. Y reímos y nos acordamos de las historias en los lugares de la ciudad. Y comimos y caminamos y nos burlamos amorosamente el uno del otro. Y rectificamos que somos familia muy familia. De esos amigos hermanos cercanisisisimos que se parecen en la forma de ver la vida y de vivirla. Que se ríen de los mismos chistes y son amigos y cómplices y que por ser amigos tan amigos tienen un status VIP entre los amigos y los cómplices. Y es que habernos entregado tanto y compartir tantos Adentro No cada noche mientras reíamos y llorábamos, hicieron que todo el universo nos parezca maravilloso y feliz. Habernos permitido compartir todo nos dio la certeza que estemos donde estemos nos estamos queriendo y deseándonos lo mejor siempre. Así que ayer fui feliz con ella, rectifiqué que es increíble y se va a ir hoy dejándome la certeza que al final de cuentas, pase lo que pase, nos tendremos por siempre el uno al otro porque al fin y al cabo somo familia, de esa que se siente orgullosa de ser tan familia del otro. Me encantan las visitas, pero la de mi mejor amiga me encantó más, ojalá todas las responsabilidades de mi vida se resumieran en compartir con los que quiero.
Mr Christobal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario