Antes que decidas quedarte
Vean el vídeo, porfi.
Antes que decidas quedarte, debes saber que me ilusiono tan rápido como me desilusiono. Que siempre tengo la sensación de que me vas a dejar, que desaparecerás. Que no le tengo miedo a casi nada, sólo a que me rompas el corazón. Que conmigo vienen un millón de inseguridades y que la última vez que alguien me puso la vida de cabeza y que quise con locura fue hace mucho tiempo, pero todos estos años he extrañado sentirme así.
Debes estar al tanto de que tengo mala memoria, menos para olvidar aquellos que alguna vez me quisieron. Que soy amigo de mis amigos y de mis príncipes y princesas, del alma solitaria de la calle, de mis examores y muy seguramente tuyo. Además sépase que me atraería sin remedio que tuvieras la misma o mejor capacidad social que yo. Que eventualmente protagonizarás algunas de mis historias en el blog, pero nunca jamás, por más que te esfuerces te voy a querer más que a él. Incluso, debes tener siempre ideas para que yo desarrolle, lo mejore y escriba.
No es cierto que me creo un príncipe, pero sí espero que me trates como a uno. Amo a los hombres caballerosos. Espero que me hagas sentir hombre, indefenso y seguro a tu lado. Seguridad para mí es la capacidad de cuidarme de la lluvia, de mí mismo, de la soledad, de la gripa, de ti mismo y de la vida en general. La capacidad que desarrolles para que con una mirada o una palabra sienta tranquilidad y paz.
Tienes que tener claro que en el mínimo indicio de saber que tengo el control de la situación me aburro y es ahí cuando me voy. Que espero que sepas todo lo que yo no sé: de economía, de mis fortalezas, capacidades y alcances, así como también de política, música que no sé, buenos modales y la certeza de quererme tuyo y que te quiero mío.
Ojalá entiendas que soy un coqueto sin remedio y lo hago como un inconsciente hobbie, pero que mis besos y coqueteos, cuando me enamoro no tienen inconveniente en ser exclusivos. Que me parece sexy que te sepas imponer y que te sepas vestir. Que necesito que estés pendiente de cómo me fue y que además seas creativo en cada aspecto de la existencia, en mis detalles, en la forma de quererme y hacerme lo que hacen los enamorados, en los lugares a los que me llevas y sin duda en la forma en cómo no dejas que yo haga contigo lo que se me da la gana.
La verdad es que debes estar preparado para solucionarme en un segundo cada uno de mi líos. Y como no me gusta tomar decisiones ni mucho menos dar explicaciones y a pesar que vamos a terminar haciendo lo que yo quiero, tienes que ingeniártelas para que tome decisiones sólo y te dé explicaciones sin que me las pidas porque no estoy acostumbrado a los reclamos. Espero que ames que me muerda los labios y disfrutes cuando te cojo las cejas así como que te dé risas que me crea y me sienta diferente.
Te advierto, además que detrás de esta imagen de hombre rudo, a la defensiva e independiente, sólo hay un niño pequeño que espera manipularte con sus caprichos y pucheros, mientras que en el fondo espera que no caigas. Un niño pequeño que cree que la solución para todos los males del mundo está en las sonrisas y por eso te enamorarás de su risa, mientras él hará chistes, aquí y allá para alegrar a los que no se lo han pedido, incluso a ti.
Espero que tengas la misma o mayor cantidad de sueños que yo. Que juntos nos empujemos a volar, vivir, viajar y ser mejores personas. Debes querer a mis cicatrices, a mis pasos, a mis letras y a todos a los que yo quiero. Siempre voy a querer tener la razón y entre más me demuestres que no la tengo más voy a creer en ti. Espero que creas en mí más que yo mismo, en mi mundo de fantasía y mi magia, pero al mismo tiempo necesito que seas siempre quien con ternura me traiga a la tierra, alimentes mi locura y jamás me diga mentiras, para yo poder creer ciegamente en ti y tu palabra será la última palabra para mí.
Si con todo esto decides quedarte, e interpretas mi rudeza como un disfraz de mis terribles e insoportables ganas de que te quedes, te aseguro que me deslumbraré con cada uno de tus gestos, me enternecerá cada una de tus sonrisas y te besaré hasta que te agobies. También me encargaré de enamorarte todos los días y hacer feliz hasta donde parece imposible.
No parece fácil, ya lo sé, pero lo ilegible que soy es lo que te encantará, sólo déjate llevar, sin tratar de entender (me), porque innegablemente hoy puedo ser todo esto, pero mañana, puedo ser todo lo contrario, pero eso sí, te toca descubrirlo a ti. Anímate. Será divertido. Seré más que tu cómplice, novio y amante, será yo pero un yo enamorado, de esos que nadie conoce, ni yo. Así que antes que decidas quedarte, no lo pienses, cierra los ojos y lánzate al vacío, como lo haré yo seguramente.
Dicen que si el nombre empieza por J automáticamente enamora.
Christ Grajales.
No es cierto que me creo un príncipe, pero sí espero que me trates como a uno. Amo a los hombres caballerosos. Espero que me hagas sentir hombre, indefenso y seguro a tu lado. Seguridad para mí es la capacidad de cuidarme de la lluvia, de mí mismo, de la soledad, de la gripa, de ti mismo y de la vida en general. La capacidad que desarrolles para que con una mirada o una palabra sienta tranquilidad y paz.
Tienes que tener claro que en el mínimo indicio de saber que tengo el control de la situación me aburro y es ahí cuando me voy. Que espero que sepas todo lo que yo no sé: de economía, de mis fortalezas, capacidades y alcances, así como también de política, música que no sé, buenos modales y la certeza de quererme tuyo y que te quiero mío.
Ojalá entiendas que soy un coqueto sin remedio y lo hago como un inconsciente hobbie, pero que mis besos y coqueteos, cuando me enamoro no tienen inconveniente en ser exclusivos. Que me parece sexy que te sepas imponer y que te sepas vestir. Que necesito que estés pendiente de cómo me fue y que además seas creativo en cada aspecto de la existencia, en mis detalles, en la forma de quererme y hacerme lo que hacen los enamorados, en los lugares a los que me llevas y sin duda en la forma en cómo no dejas que yo haga contigo lo que se me da la gana.
La verdad es que debes estar preparado para solucionarme en un segundo cada uno de mi líos. Y como no me gusta tomar decisiones ni mucho menos dar explicaciones y a pesar que vamos a terminar haciendo lo que yo quiero, tienes que ingeniártelas para que tome decisiones sólo y te dé explicaciones sin que me las pidas porque no estoy acostumbrado a los reclamos. Espero que ames que me muerda los labios y disfrutes cuando te cojo las cejas así como que te dé risas que me crea y me sienta diferente.
Te advierto, además que detrás de esta imagen de hombre rudo, a la defensiva e independiente, sólo hay un niño pequeño que espera manipularte con sus caprichos y pucheros, mientras que en el fondo espera que no caigas. Un niño pequeño que cree que la solución para todos los males del mundo está en las sonrisas y por eso te enamorarás de su risa, mientras él hará chistes, aquí y allá para alegrar a los que no se lo han pedido, incluso a ti.
Espero que tengas la misma o mayor cantidad de sueños que yo. Que juntos nos empujemos a volar, vivir, viajar y ser mejores personas. Debes querer a mis cicatrices, a mis pasos, a mis letras y a todos a los que yo quiero. Siempre voy a querer tener la razón y entre más me demuestres que no la tengo más voy a creer en ti. Espero que creas en mí más que yo mismo, en mi mundo de fantasía y mi magia, pero al mismo tiempo necesito que seas siempre quien con ternura me traiga a la tierra, alimentes mi locura y jamás me diga mentiras, para yo poder creer ciegamente en ti y tu palabra será la última palabra para mí.
Si con todo esto decides quedarte, e interpretas mi rudeza como un disfraz de mis terribles e insoportables ganas de que te quedes, te aseguro que me deslumbraré con cada uno de tus gestos, me enternecerá cada una de tus sonrisas y te besaré hasta que te agobies. También me encargaré de enamorarte todos los días y hacer feliz hasta donde parece imposible.
No parece fácil, ya lo sé, pero lo ilegible que soy es lo que te encantará, sólo déjate llevar, sin tratar de entender (me), porque innegablemente hoy puedo ser todo esto, pero mañana, puedo ser todo lo contrario, pero eso sí, te toca descubrirlo a ti. Anímate. Será divertido. Seré más que tu cómplice, novio y amante, será yo pero un yo enamorado, de esos que nadie conoce, ni yo. Así que antes que decidas quedarte, no lo pienses, cierra los ojos y lánzate al vacío, como lo haré yo seguramente.
Dicen que si el nombre empieza por J automáticamente enamora.
Christ Grajales.
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