Mis jodidas mujeres
Con el tiempo me he dado cuenta cuál es el problema de las mujeres que me rodean. No ha sido fácil determinarlo pero tras análisis, tropiezos, prueba y ensayo, ya tengo listo el resultado. El delicioso problema es que sean unas de esas mujeres de hoy en día. Demasiado mujeres de hoy en día.
De esas que espantan a los tipos. Los miran de frente. Les coquetean. Les hablan de primero si les nace. Los ponen en jaque. Les hacen chistes que no entienden. Les dicen que qué lindos ojos. Les hablan de política, libros y del mundo. Les bailan sexy. Se burlan jocosamente de los errorcitos que ellos cometan en ese momento.
Les dicen que no quieren tomarse un trago si no quieren. Seguro conocen a alguno de sus amigos o por lo menos al amigo del amigo. No paran de hablar y hacer el momento entretenido. Pero además saben escuchar. La gente llega y las saluda con alegría. Se ríen a carcajadas y no se ríen si no les da risa. Nada les da pena. Escriben y cuentan a medio mundo sus dramas.
Y entonces ellos no pueden con tanta fuerza y determinación. Ellos no saben qué hacer con unas viejas que les lleven la contraria. Que tengan razón. Que sepan cosas. Que no asientan a todo lo que dicen. Que no se limiten a estar ahí sentadas sin aportar. Que tengan sus vidas tan organizadas. Que no se dejan embaucar sino más bien los embaucan. Que parece que coquetearan con todos pero no, pero sí, pero no.
Son mujeres que han tenido hombres increíbles a su lado y las han tratado como a unas reinas y otros tantos se portaron asqueroso y por eso ya saben que hombres que valen la valen la pena sí existen y los que no, ni los miran. Unas locas que los analizan en un segundo y en tres ya saben si les sirve o no. Y son radicales. Si no les sirven a los tres segundo no les servirán a las seis horas, ni al año.
Son de esas jodidas mujeres modernas. De esas con metas claras, fuerza para alcanzarlas y valentía para las derrotas. Que no negocian su soledad con cualquiera, no se dejan cohibir de ninguno, abren las latas solas, se las arreglan para sobrevivir los domingos, se saben cuidar de la lluvia y de la gente mala y por supuesto, que aprendieron a no necesitar un abrazo ni a necesitar amanecer con alguien que les diga lo guapas que son, si no lo hay.
Son las propias que se hacen amigas de los amigos y siempre tienen amigas para presentarles. Unas viejas que saben que pueden ser muy sexys y tiernas e interesantes y muy muy pero muy malditas si les da la gana. De esas de las que no joden y se adaptan a cualquier plan, pero no son ningunas pintadas en la pared y exigen y tienen sus propios criterios, opiniones, gustos y argumentos.
No es fácil porque ellas, ellas saben a dónde van y no cualquiera aguanta ese ritmo. Saben si un tipo no les da la talla. Saben si el tipo es sólo para un rato, y se lo dicen. Son atentas pero también exigen que lo sean con ellas. No necesitan que las inviten pero les gusta, por galantería y porque es hacerles saber que ellos están complicados con sus compañías.
Ese es el gran problemas de ellas. Ser una igual. Unas mujeres que hacen competencia. Que pueden hacer ver errores. Ayudar a mejorar. Generar ideas. Soñar por lo alto. Hablar chévere. Y no una carita, cuerpo y piernas bonitas que se limitan a decir "sí señor, lo que usted diga, sí señor, como usted quiera". Eso es lo que pasa con ellas.
Los tipos que se les acercan no entienden que ellas coquetean. Provocan. Hablan. Trabajan. Bailan. Se divierten. Han logrado cosas. Sé que van a lograr más cosas. Piden. Necesitan. Exigen. Reclaman. Complacen. Ríen. Hacen reír. Joden. No joden. Exigen a ellos ser mejores. Son desafiantes. Producen. Son entretenidas. Caprichosas. Estimulantes. Groseras. Libres. Decididas. Inseguras. Demasiado seguras para otras cosas. Curiosas. Sexuales. Odiosas si les da la gana. Escriben. Dicen. Conversan. Se aburren. No les tienen miedo. No se dejan. Tienen carácter. No le temen a lo que quieren. Defienden su libertad y sus espacios. Han visto, han vivido, han sentido, han viajado.
La cosa es que a muchos les da pánico las mujeres como ellas, como mis ellas. Y a ellas les dan náuseas las personas que les da pánico las viejas como ellas. Así las cosas, son más divertidas sus vidas ahora que cualquier bobo de esos que no saben lo que es bueno. Así que ser así no es un problema, es sólo que son así. -Problema de ellos que no soportan una igual que los hace mejores y les aporta y no al revés-.
Gracias mis jodidas mujeres modernas, las amo!
Christ
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