No sé y realmente no me gustaría conocer a la persona que se inventó esta frase tan colombiana, tan nuestra, tan gas: mejor malo conocido que bueno por conocer. ¿Por qué nos metieron este lema tan conformista, triste y esclavizante toda la vida en la cabeza, en las venas, en las profundas convicciones del alma? ¿A quién demonios se le ocurrió que algo malo es mejor que algo bueno? ¿Por qué hay que quedarse con lo malo y no anhelar y lograr estar mejor?
No sé. No entiendo. Y me frustra saber que hay gente que en serio se creyó ese cuento y vive de esa forma. Personas que prefieren quedarse con alguien que NO es por no quedarsen solas, porque creen que no son capaces de conseguir algo mejor, porque están convencidas que uno superior al mediocre que tienen al lado no existe.
No lo sé. Gente que se queda en el mismo trabajo siendo infeliz porque no es capaz de lanzarse por el que siente que lo llevaría al éxito y a sentirse pleno. Personas que no emprenden el viaje de sus sueños porque la casa es muy cómoda y muy conocida. Sueños que se quedan en sueños porque humanos de este planeta están pensando que merecen las situación conocida pero equivocada. La triste pero conocida. la aburrida, pero conocida. La limitante, pero conocida. La cómoda, pero conocida. La gris, pero conocida. La infeliz, pero conocida.
¡Qué depresión!
No y mil veces no. Así no es. No hay que tenerle miedo a lo nuevo. A la felicidad. Al éxito. A lo mejor de cada uno. A hacer realidad los sueños. A soltar. Volar alto. Superarse. Moverse. A uno mismo.
Los zapatos nuevos tallan el primer día, el segundo, pero ya el tercero, son una maravilla. ¡Y SON NUEVOS!
Y cuando lo conocido es malo, lo nuevo es lo único que puede ser, es una gran y soberana maravilla. Es una luz que ves lejos, y mientras te acercas va creciendo y creciendo y alumbrando la cara, luego el cuerpo, las manos, y llega al corazón, tanto, tantísimo, que luego, alcanza para que a donde llegues, seas brillo, inspiración, esperanza, y los otros se recarguen de esa luz.
Lo malo conocido, ya no funcionó y no hay porque seguir intentando que lo haga. Lo bueno, en cambio, es una oportunidad de renacer, creer en uno, volar alto. Y todos merecemos esas cosas. Sacudirnos de los miedos, las creencias limitantes y los imposibles. En cambio hay que llenarse de vida, confianza en uno mismo, seguridad y unas rotundas y enormes ganas de ser feliz de lo que jamás fue.
Por favor, sepan, que nunca y jamás de los jamases un lugar malo conocido va a ser mejor que uno bueno por conocer. Eso es como cuando uno ve a la amiga que se queda con el tipo que le pega y le es infiel. Que le acaba la autoestima y no la cree capaz. Que la aleja de los amigos y la familia, que le tiene la mirada triste y la vida sin vida. Con lo peor de lo peor por conocido y no llegar entonces ni a la más remota posibilidad de abrirse, conocer y ENCONTRAR a un man increíble, amoroso, libre, detallista y romántico, divertido, familiar y motor (que sí existen, ya verán). Porqe su malo conocido, es mejor.
No hay que tenerle miedo a ser absolutamente felices. hay que tenerle miedo a estar cómodamente aburrido. A eso es a lo que hay que tenerle pánico, mis bellezas tropicales.
Me cuentan.
Mr. Christobal
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