Querido amor...
Querido amor:
Hace mucho tiempo tenía ganas de escribirte, pero escribirte debe ser como escribirle a Papá Noel, sólo que a diferencia del gordito, lo más posible es que tú estés ocupado todo el año. Igual, aquí estoy, escribiéndote, quién quita que mis líneas te lleguen, te seduzcan y te convenzan.
Lo que pasa es que cuando te conocí estaba demasiado joven. Entre inocencia y ganas de descubrir eso tan importante en la vida de todos, pues me lancé. Y es que soy de esa clase de persona que se lanza de cabeza sin visualizar antes los fondos, los pros, los contras, y pues claro, aquella vez, como era la primera, menos. Me tiré de cabeza en un viaje largo, larguísimo y lo que me recibió fue, digamos que una piedra, enorme, que me escalabró. Pero me escalabró al punto que dejó daños en mi cabeza, mentales supongo. Todavía me la tropiezo y la pateo y sigue doliendo.
Y entonces pienso que desde entonces todo ha estado mal. Fue desde esa primera caída que todo se jodió. Mi relación contigo nació muerta. Y es que al parecer todo lo entendí mal. Entendí que el amor era imposible. Que venía en pequeñas dosis. Que pocos eran los privilegiados que lo saboreaban. Que si soy lindo, son rudos y si soy rudo, sin lindos. Que se caza en discotecas. Que era normal ser infiel. Que los besos había que regalarlos porque no eran manifestaciones de amor sino de quién sabe qué. Y que el amor no se sentía sino que se hacía, pero que al hacerlo no se hacía con el corazón, sino con el resto del cuerpo. Pero eso sí, había que hacerlo y ser bueno, muy bueno.
En fin, ese primer amor me jodió. Luego, llegó otro y como yo había entendido todo al revés, lo jodí yo. Y ahí se terminó de joder todo. En adelante todo ha estado jodido. No creo cuando en serio me quieren regalar esas cosas lindas que regalan los enamorados; que estrellas, que luna, que el corazón. Y en cambio sí creo cuando no me las quieren regalar en serio. Soy el que no soy con los que más quiero y por eso no me quieren y soy el que soy con los que menos quiero y por eso me quieren. Beso rápido justo al que se supone que me debo demorar y beso después de mucho al que debo besar en seguida.
Es un caos. Todo al revés. me gusta el que está lejos, el que está ocupado, el que no existe o el que no se desvive por mí. ¿De eso se trata? ¿Se trata de encontrarlo, abrazarlo, no querer soltarlo y a la semana aburrida, soltarlo para que no vuelva? ¿Es quererlo porque no lo tengo?
Todo estuvo mal desde el principio, por eso, me pregunto a ver si podrías darme una nueva oportunidad, únicamente, léase bien, únicamente con el fin de rectificar todo, a ver si ahora lo entiendo como es. Es que lo veo de otra forma en mis padres, en mis abuelos, tías, algunos pocos amigos, pero existe de la forma contraria a la que yo aprendí. Así que qué dices, ¿me das otra oportunidad?, prometo aprender rápido, es más, hagamos un negocio: tú me das una nueva oportunidad para entenderte tal y como eres y yo hago una entrada en mi blog para que todos mis seguidores, todos, sepan que existes y no eres como el regordete de Papá Noel y pues gracias a mí y mi experiencia tendrías la credibilidad que perdiste en aquel verano.
Mr Christobal.
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